40 horas de jornada laboral: ¿más horas con la familia?


Por estos días no sólo nuestros diputados ponen en la palestra el proyecto que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, también lo hacemos nosotros. Es tema de conversación con los compañeros de trabajo, en el asado con los amigos, y con la familia durante el almuerzo del domingo. ¿Por qué los alemanes trabajan menos y producen más? ¿Qué hay de cierto en que el chileno es flojo? ¿El proyecto generará algún cambio significativo en nuestro día a día? ¿Podremos efectivamente pasar más tiempo con nuestras familias?

Para abrir el debate, primero debemos entender el significado de una palabra que es clave: “productividad”. Para explicarlo citaremos un ejemplo del economista de Cambridge Ha-Joon Chang, quien compara a Sven, un chofer de micro de Nueva Delhi que gana 18 rupias por hora, con Ram, otro conductor de bus que trabajaba en Estocolmo y quien recibe 870 rupias por el “mismo trabajo”, lo cual es relativo, ya que la labor de Sven en Nueva Delhi es mucho más exigente que la realiza su par en el país nórdico. ¿Qué los hace diferente? Sven tuvo la fortuna de haber nacido en Suecia, un estado cuya productividad es mucho mayor que en la India. ¿Cómo lo aplicamos en Chile?

Existen dos medidas de productividad, la primera que se refiere a la laboral, y que mide la cantidad de producto generada por trabajador, y la segunda, llamada productividad total de factores (PTF) que se obtiene midiendo el crecimiento del producto interno bruto (PIB), y no el aumento en el número de trabajadores ni de capital físico.

El análisis de la PTF tiene su origen en el premio Nobel de Economía en 1987, el norteamericano Robert Solow, quien registró el PIB de la economía de Estados Unidos entre los años 1909 y 1949, determinando que el crecimiento de dicho país no se debía a un aumento en el número de trabajadores o de capital físico, sino más bien, a una mayor eficiencia: “lograr hacer las cosas de mejor manera”. ¿Cómo? A través de avances tecnológicos y mejores mercados. ¿Vamos bien encaminados los chilenos?

Eficiencia. Según el Ranking Mundial de Competitividad IMD, los países mejor rankeados son 1° Singapur, 2° Hong Kong, y 3° Estados Unidos. Mientras que Chile se encuentra en el puesto 50° de prácticas de gestión de las empresas, 52° en productividad y eficiencia del sector privado; somos antepenúltimos en patentes de alta tecnología, 50° en exportación de tecnología, y 54° en inversión en investigación y desarrollo (I+D). ¡Todo esto trabajando 45 horas semanales! Es decir, dedicando casi la mitad de tu día al trabajo, sin descotar las horas de sueño. Tanto esfuerzo para tan mal desempeño, ¿es razonable?

El estilo alemán. 35 horas semanales y 24 días pagados de vacaciones (sí, leyó bien). Según un artículo publicado en Forbes.es, los alemanes no tienen vida social en sus trabajos, sus compañeros no saben lo que hiciste ayer o lo que harás mañana. No usan Facebook, ni se les está permitido usar el teléfono o el email para asuntos privados en horarios de trabajo. Una serie de reglas que les permite maximizar sus horas laborales sin mayores distracciones. Este sistema les da un margen más amplio de horas libres, tener más vida después del trabajo y la posibilidad de ejercer el rol de padres presentes y ser parte de la crianza de sus hijos. Sin duda un golpe cultural v/s la idiosincrasia chilena. Y uno se pregunta si es necesario llegar a ese otro extremo.

productividad

Pese a esto, lo que no varía entre un país y el otro, es la necesidad de dedicar más tiempo a los hijos. Cuando somos padres, uno le toma valor a una hora de trabajo; en buen chileno a “no sacar la vuelta”, y empiezas a mantenerse lejos del Instagram, el WhatsApp y LUN, porque los niños pequeños demandan todo el tiempo que uno tenga disponible. Es ahí cuando entramos en un espacio en dónde nos damos cuenta de lo productivos que podemos llegar a ser, entendiendo el valor que tiene el trabajar por objetivos en vez de horas, y lo destructivo que puede ser para la familia el tener que cumplir un horario de 35, 40 o 45 horas semanales. Con eso nos preguntamos ¿no será que la discusión de hoy está mal planteada?

Generando cambios. Según un estudio de la empresa estadounidense de tecnología Citrix, “El Trabajador Digital en 2019”, el 58% de los chilenos considera que el equilibrio entre la vida laboral y personal es fundamental al momento de buscar trabajo, y una forma de hacerlo es mediante el trabajo flexible, por objetivo y en los lugares que más les convengan a ambos trabajador y empresa.

familia

Es por este motivo que muchos hoy se atreven a salir de la oficina y trabajar por objetivos desde sus casas –teletrabajo- o en algún café favorito. ¿Y si tengo niños pequeños? Para quienes son padres freelancers, emprendedores e incluso empresarios, existe una nueva figura. Es el caso de Muhu.cl, el primer cowork familiar de Chile, un espacio que ofrece una red de apoyo para que puedas organizar tu día de trabajo con la opción de ser parte de la crianza de tus hijos mientras logras los objetivos que te has propuesto. 

En Muhu, los padres dejan a sus hijos en una guardería ubicada en el mismo lugar de trabajo, quedando a cargo de personal capacitado en cuidado de niños. Los espacios son permeables, por lo que durante el día ambos participan de la jornada del otro, permitiendo que tanto padres como niños puedan compartir en cualquier momento.

¡Cambia un coffee break por un toddler o baby brake! ¡Te invitamos a conocernos y contar con nosotros junto a tus pequeños!